CONOCIENDO EL DESEO DE DIOS

Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.

3 Juan 1:2

Toda bendición que Dios quiere desatar sobre nuestra vida tiene uno o varios principios para que estas lleguen a nosotros y nos alcancen.

Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos, cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás y te irá bien. Salmos 128:1-2

Las Llaves para que te vaya bien son:

1. Temor al Señor

2. Obedecer y caminar en sus caminos

El temor del que habla este pasaje no es aquel que te hace huir o esconderte de su presencia como lo hizo Adán con Eva a causa del pecado, sino es aquel que provoca que huyas del pecado porque temes desobedecerlo.

Este temor nace de la relación y la confianza que produce que camines diariamente con Dios, eres fiel y leal a sus palabras y respetas su autoridad.

Sin relación lo que hay es miedo y si haces las cosas por miedo entonces todo lo que produces no sirve y no es grato al corazón de Dios.

Como leímos al inicio el deseo de Dios es vernos bien y que experimentemos la plenitud que solo Él puede darnos, si nuestra relación con Él crece prosperaremos en todo, pero si nuestra relación depende de un servicio o un evento veremos que hay una diferencia entre quien tiene comunión con Dios porque lo ama y quien solo lo busca por necesidad.

No pienses en el pasado, toma la oportunidad que el Padre te da para que lo ames, camines con Él y disfrutes de una nueva relación con Dios, la cual te dará los beneficios de su paternidad.